Siempre ahi, Siempre contigo
Ella la que nos cuida sin darnos cuenta que siempre nos mira.
Representation of the artist thought, through the classical design of “La Catrina” from
Jose Guadalupe Posada (1910) combined with the mural design of Diego Rivera in “Sueño
de una Tarde Dominical en la Alameda Central” (1947). Dressed in a Charro costume,
traditional clothes from the riders of the region.
A feathered snake around the neck, representing que prehispanic cultures and roots of
the Mexican History.
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In der rechten Hand hält er ein traditionelles, geblasenes Glas mit Tequila und versteckt die
Pistole in der linken Hand, bereit, das Feuer auf die Bedrohung zu eröffnen.
Eine Rose im Herzen, die die reine Liebe zu der Stadt repräsentiert, die lebendiger ist denn je.
Die Heimatstadt des Künstlers, Guadalajara, eine der gefährlichsten Städte Mexikos, dient als
der Hauptkontext. La Catrina ist die Protagonistin, die sich an dem Brunnen in
Guadalajara, der von der berühmten römischen Göttin Minerva inspiriert wurde. Dieser Springbrunnen
symbolisiert “die Gerechtigkeit, Weisheit und Stärke, die sich um die Stadt kümmert”.
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Al fondo, a la izquierda del cuadro, están Los Arcos de Guadalajara, la original
entrada a esta joven ciudad, construida en los años 40.
En el lado derecho del cuadro está la Plaza de la Catedral de Guadalajara, terminada en 1618
y uno de los monumentos más emblemáticos. Enfrente se puede ver un personaje bastante común
en la sociedad actual de Guadalajara: un vendedor de fruta.
El cuadro es el autorretrato del artista, que se muestra como la Catrina. Sostiene su
tequila, símbolo de felicidad para los jaliscienses en su mano izquierda, y una pistola 45
representando la narcoguerra que actualmente envenena al país. Enfrentándose al peligro.
El cielo azul, cubriéndose de la inminente noche estrellada que representa la llegada del
cambio.